Título: “Perdido y encontrado”
Autor e Ilustrador: Oliver
Jeffers
Editorial: Fondo de Cultura
económica
Año: 2005
“Perdido y encontrado” pertenece a la categoría de libro-álbum, ya que como
plantea el autor Shulevitz (2005), el texto se
conecta con las ilustraciones, complementándose para entender y dar un nuevo sentido a la historia.
El autor relata la historia de un niño que encuentra a un pingüino de apariencia muy triste en la puerta de su casa. El pequeño niño piensa que quizás el animal está perdido y busca la forma de ayudarlo. Averigua que los pingüinos habitan en el polo sur y piensa cómo llevarlo de vuelta a su hábitat, se las ingenia y emprenden un largo viaje. Al llegar al polo sur el niño está muy feliz, pero al despedirse de su amigo lo ve más triste que antes y solo después de marcharse comprende que quizás no era lo que el pingüino quería. ¿Logrará el niño descubrir lo que en realidad busca su amigo pingüino?
Este es un libro ideal para
lectores novatos, ya que al ser un libro- álbum la narración se presenta de
forma corta, utiliza pocas palabras y usa un lenguaje simple. También tiene un
ritmo muy acertado, esto ya que utiliza las
ilustraciones para
complementar el relato y mantener la atención
del lector.
En ocasiones las ilustraciones ocupan las páginas
completas, por lo que el fondo se hace parte de la
ilustración. Además, se pueden encontrar
páginas con fondo blanco e ilustraciones más pequeñas, que
aluden a lo que se va narrando. Con
esto el autor busca crear un ritmo en la lectura, al
alternar las ilustraciones y planas de texto con fondo blanco, otorgando
contraste y sorpresa.
Las letras del texto se
destacan en color negro, sin dejar de lado la
imagen, tal como señala Colomer (1999), esto ayuda a entender
mejor lo que dice el texto.
Este cuento según las leyes de
Olrick (1994), tiene un único hilo conductor, ya que las acciones van
sucediendo en cadena a raíz de los hechos que ocurren y las decisiones que va tomando el personaje principal, o sea, el
niño.
El transcurso de la historia
sigue un esquema ternario, ya que está presentado en un inicio,
desarrollo y resolución, en concordancia con lo que plantea Lluch (2004): “la situación inicial
y final prácticamente no se explicitan o se funden con el inicio o resolución
del conflicto” (p.74), por lo que su entendimiento resulta ser más sencillo, ideal
para los más pequeños .
Se recomienda la lectura de este cuento para todo público a partir de
los 4 años. Al estar las imágenes acompañadas de poco texto se puede
sugerir su lectura a niños que comienzan a leer.
Autoras de la reseña: Monserrat Pinto y Nayra Vergara
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