domingo, 31 de mayo de 2020

Reseña: el secreto de las princesas

Título del libro: Las princesas también se tiran pedos
Autor: Ilan Brenman
Ilustradora: Ionit Zilberman
Editorial: Algar
Año: 2011
País de edición: España



Ilan Brenman recuerda que los cuentos narrativos también pueden traer grandes enseñanzas en ellos, ya sea para los grandes o para los más pequeños/as.

Este libro corresponde a la categoría de libro ilustrado, ya que las imágenes acompañan al texto, y es posible comprenderlo sin necesidad de observar las ilustraciones, pero estas son necesarias para sostener el contenido del texto, por lo que contribuyen a la lectura, tal como señala Colomer (1999).

La historia inicia con la duda de Laura y sus amigas: ¿las princesas también se tiran pedos? Su padre, un amante de los libros, es quien contesta esta pregunta, respaldada por una obra de su gran colección. En la obra es posible ver cómo algunas princesas, tales como Cenicienta y Blancanieves, rompen algunas ideas que Laura tenía acerca de ellas y termina conociendo un gran secreto que ocultan. Dicho secreto es algo que la mayoría de las personas ignoran, ya que al ser princesas creen que no es posible que hagan cosas tan comunes como tirarse gases. El personaje de Laura representa a muchas personas que crecen bajo una construcción patriarcal y llena de estereotipos, por esto es muy importante el papel que juega su papá, al mostrarle a su hija y a todos los que leen este cuento, que las princesas sí se tiran gases. 

Al analizar este libro es posible deducir, de acuerdo con Lluch (2009), que el narrador presente es omnisciente, ya que tiene conocimiento de aspectos que solo este tipo de narrador podría saber. Esto es posible observar cuando el narrador habla sobre los gustos del padre de Laura por los libros, lo que corresponde a algo personal, pero que el narrador conoce, lo que beneficia al lector al poder observar el mundo interior de los personajes. 

Otro elemento que se puede analizar es la voz narrativa, que es heterodiegética, es decir, la voz del narrador se encuentra fuera de la historia que narra, según nos dice Lluch (2004). Esto permite reconocer que el narrador no está presente en el relato, sino que es un espectador que cuenta a los lectores la historia. 

Las imágenes, por ejemplo, tienen una relación directa con el texto, y son de gran tamaño. Este aspecto permite que se pueda compartir la lectura con los demás y fijarse en los detalles de aquellas ilustraciones. Además lo dinámico de las imágenes hace que no se produzca una monotonía, y así el lector no cae en el aburrimiento. 

Otro aspecto que es posible valorar, es que el personaje de Laura es dinámico, es decir, evoluciona a lo largo de la historia y se conecta con el lector, de acuerdo con Lluch (2004). Al comienzo Laura estaba segura de que las princesas no se tiraban gases, pero después con el secreto que le contó su padre, su pensamiento cambió. 
Finalmente, en este cuento es posible mirar más allá del simple hecho de que las princesas se tiran gases, ellas son tan comunes como todos/todas, lo que permite desmitificar estereotipos. 

El cuento “Las princesas también se tiran pedos” es recomendada para niñas y niños entre tres a cinco años, ya que las ilustraciones provocan una cercanía con los niños, y pueden conectar con el personaje principal al tener una edad similar. Además, las ilustraciones son de gran tamaño, por lo tanto, permiten observar los detalles. Es importante destacar que igualmente puede ser disfrutada por personas de todas las edades.


Autoras de la reseña: Isidora López y Francisca Aránguiz.


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