domingo, 31 de mayo de 2020

Reseña: mi compañera se llama tristeza

Título del libro: Tristeza. Manual de usuario
Autora e ilustradora: Eva Eland
Editorial: Picarona
Año: 2018
País: España




Este libro corresponde a álbum, como indica Shulevitz (2005), puesto que el texto se complementa las ilustraciones, aportando un nuevo significado a la lectura adicionando y esclareciendo la información. Además, en este libro se hace uso de doble página para las ilustraciones. 

Durante la narración se muestra cómo tristeza puede llegar sin previo aviso a hacerte compañía y seguirte donde quiera que vayas, aunque se trate de esconderla, ella volverá. Pero no le tengas miedo, ella solo quiere ser escuchada y comprendida, quiere acompañarte mientras sales a jugar o escuchas tu música favorita. Este texto nos enseña cómo lidiar con la tristeza cuando llega a la vida. 

El texto es de baja complejidad, y por ende es fácil de comprender para los lectores, ayuda a los más pequeños a entender y manejar la tristeza; no es malo sentirse triste en ocasiones y es un sentimiento pasajero. Asimismo, tanto las imágenes como el texto entregan información necesaria y esto implica usar menos palabras a lo largo del texto, como afirma Shulevitz (2005) que cataloga los libros álbum.

Además, podemos evidenciar un narrador omnisciente, según la clasificación de Lluch (2004), el cual no está presente en el relato, pero aun así lo sabe todo, se dirige al lector y enseña sobre cómo abordar un sentimiento tan natural y complejo. Estas características hacen referencia a un narrador no focalizado y heterodiegético. Esta modalidad narrativa nos lleva a personificar a la tristeza, sacarla de nuestro interior y realizar nuestras actividades diarias con ella como acompañante hasta que se desvanezca sin motivo aparente. En el caso de este libro, su final es abierto, aquello es positivo, ya que invita a los lectores a reflexionar sobre una realidad más compleja, tal como el tema que se aborda en este texto (Colomer, 1999). 

El lenguaje visual es fundamental para entender el texto, ya que las imágenes enriquecen y aportan en la lectura. La página con fondo blanco tiene el propósito de resaltar las ilustraciones con estilo caricaturesco que se presentan con técnica acuarela en tonos pasteles como rosa y verde agua. 

Se sugiere para un público lector desde los 4 años a 99 años, este rango de edad se debe a que la historia nos ayuda a dialogar con les niñes, a explicarles que sentirse triste en ocasiones es normal. Este libro nos incita a comprender un estado de ánimo que puede llegar sin previo aviso y cómo lidiar con él.



Autoras de la reseña: Ailín Taiba y Agatha Vivar.



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