domingo, 31 de mayo de 2020

Reseña: sumergiéndonos en el ciclo del agua

Título del libro: Soy una gota
Autores: M. A. Pacheco y J. L. García Sánchez 
Ilustradora: Asun Balzola
Editorial: Altea
Año: 1974
País: España



Soy una Gota pertenece al género Libro Ilustrado, es decir, las ilustraciones acompañan, pero el texto puede comprenderse por sí solo (Shulevitz, 2005). En este libro las ilustraciones además de acompañar aportan un importante componente estético a través de la técnica escogida por la artista: la acuarela. 

Soy una Gota narra las aventuras de una partícula de agua que se encontraba feliz en una nube, viajando y conociendo nuevos lugares desde el cielo. Hasta que un día llegó el frío y la nube oscureció, convirtiéndola en una gota de lluvia… así comienza la travesía ¿A qué se verá enfrentada esta gotita? ¿Qué personajes aparecerán en su camino? ¿Dónde y cómo terminará su viaje? La historia “Soy una Gota” sigue la estructura típica de la literatura infantil, denominada Estructura Ternaria por Gemma Lluch (2004). Esta estructura comienza con una situación de calma. Luego, se da paso al desarrollo, el que estará lleno de aventuras y nuevos escenarios, en los que la gotita se verá enfrentada a grandes desafíos a través de los cuales conocerá la importancia de su existencia. Finalizando con una vuelta a la tan anhelada tranquilidad. 

El presente libro es una invitación para que los niños y niñas se introduzcan en el maravilloso mundo de la naturaleza y sus ciclos, conocer el funcionamiento de estos da respuestas a la innata curiosidad infantil por descubrir cómo funciona el medio en el que viven. Para reforzar esta idea los autores e ilustradora han utilizado una serie de recursos que van a despertar el interés del lector para sumergirlo en la trama. 

El primero de estos recursos es el formato, el cual alude -entre otras cosas- a las dimensiones del libro, al ser de formato rectangular vertical y contar con un tamaño medianamente grande (20x25cm), convida a leer en grupo o en compañía de un adulto, propiciando así el diálogo y la reflexión en torno al texto (Colomer, 1999). 

En segundo lugar, Soy una Gota cuenta con imágenes muy expresivas y un texto de fácil comprensión. Ambos elementos se complementan para generar un ritmo visualmente armónico, resultando en una lectura agradable y ligera. Las ilustraciones en acuarela aportan sentido al tema central del cuento ¿qué más adecuado que la acuarela para representar la fluidez y la transparencia del agua? Con una paleta de colores cuidadosamente escogida, la ilustradora, prioriza los tonos azules y verdes para transmitirnos la frescura de la naturaleza y una gama de oscuros cafés grisáceos para cuando la historia se traslada a la ciudad. De esta manera, la artista utiliza los contrastes y matices en función de la trama. Según la autora Teresa Colomer (1999) la coherencia en los aspectos recién mencionados son de suma importancia para determinar la calidad de un buen libro ilustrado. 

Especialmente recomendado para niños y niñas de 4 a 6 años. Sin embargo, no debemos olvidar que todo buen libro puede ser disfrutado por diferentes tipos de público, sin restricción etaria.



Autoras de la reseña: Laura Cotal y Krishna Sepúlveda